Investigando en la oscuridad

Los científicos hacen ciencia en todos los rincones del planeta: selvas, desiertos, casquetes polares, fondos oceánicos y… también en el subsuelo. Las cuevas son un ámbito de investigación difícil, complejo y arriesgado, pero muy satisfactorio, con numerosas líneas de investigación y, en ocasiones, con extraordinarios resultados científicos.

La Cueva de las Estegamitas es uno de esos lugares del mundo subterráneo donde realmente merece la pena investigar. Aunque el equipo de científicos del IGME-CSIC y de la Universidad de Málaga, formado para estudiar la cueva algún tiempo después de su descubrimiento, dispuso de solo tres meses durante el año 2022 para llevar a cabo su cometido, los primeros resultados ya evidenciaron la enorme importancia de los mismos.

La primera gran noticia científica fue la del descubrimiento del mayor conjunto de estegamitas contenidas en una cueva, incluyendo ejemplares en todas las fases de su formación y activas, es decir en crecimiento en la actualidad.

Este hallazgo fue publicado en la revista National Geographic, así como en las actas de varios congresos nacionales e internacionales y en revistas de divulgación científica, como The Conversation, o técnicas como Péndvlo, llegando a cientos de miles de lectores del ámbito académico y del conjunto de la sociedad.

Son muchas las líneas de investigación que se han trabajado en los escasos 90 días disponibles: geomorfología endokárstica, análisis estructural, hidroquímica, estudio de la atmósfera de la cueva, génesis de la misma, estudio geocronológico y paleoambiental de los sedimentos detríticos y de los espeleotemas, entre otras.

En la actualidad, seguimos trabajando, con la ayuda de numerosas colegas de otras instituciones, sobre los datos obtenidos, con los resultados de algunos de los primeros análisis llevados a cabo o planificando cuidadosamente el envío de nuevas muestras a los más prestigiosos laboratorios científicos españoles y extranjeros.

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