Un museo de espeleotemas
Un museo es un lugar donde se conservan y exponen colecciones de objetos artísticos, científicos o de cualquier otro tipo, de alto valor para el conjunto de la sociedad. En este sentido, la Cueva de las Estegamitas es un auténtico museo, natural y subterráneo, de espeleotemas.
Efectivamente, la mayor parte de las cuevas se caracterizan por presentar muchos espeleotemas, sobre todo estalactitas y estalagmitas, esta circunstancia no es algo excepcional. Sin embargo, muy pocas pueden presumir de tener un muestrario prácticamente completo de casi todos los tipos de espeleotemas conocidos. Y lo más sorprendente es su magnífico estado de conservación.
Al ser una cueva que ha estado cerrada, aislada del exterior durante mucho tiempo, las condiciones totalmente estables de su atmósfera subterránea han permitido el desarrollo de una gran cantidad de espeleotemas, representativos de una enorme variedad de microprocesos genéticos diferentes en un espacio subterráneo relativamente reducido.
De esta manera, se pueden encontrar a lo largo de los techos, paredes y suelos de las salas y galerías de la Cueva de las Estegamitas los siguientes tipos de espeleotemas: aceras, banderas, bolas de aragonito, coladas, columnas, coraloides, dientes de perro, discos, estalactitas, estalagmitas, excéntricas, fistulosas, flores de aragonito, mariposas, medusas, niveles, suelos estalagmíticos, uñas… y estegamitas, por supuesto.