Los cuatro elementos – Fuego

El fuego es, básicamente, una reacción química de oxidación generada por la incandescencia de materiales combustibles, de carácter exotérmico, es decir que desprende energía en forma de calor y de luz hacia el aire de su alrededor. En definitiva y simplificando, una forma de transformación energética.

En las cuevas, cuando estas se han generado en un pasado geológico y comienza su dilatada evolución temporal hasta nuestros días, se producen también una serie de procesos de intercambio energético y de materia entre el medio exterior y el medio subterráneo, aunque son más importantes los que se dirigen hacia el interior de las cavidades subterráneas.

Quizás los testimonios más claros de ese flujo de materia y energía hacia el interior de las cuevas son los espeleotemas. El término “espeleotema” procede del griego spelaion (cueva) y tema (depósito), es decir se refiere a aquellos depósitos, de origen químico, que se generan dentro de las cavernas, por la acción del agua de infiltración cargada en sales solubles.

Por lo general están formados por la precipitación de carbonato cálcico (CaCO3 ), bajo forma de calcita o de aragonito, minerales que poseen la misma composición química, pero diferente sistema de cristalización.

La Cueva de las Estegamitas es un auténtico museo de la naturaleza subterránea por la gran variedad, cantidad y excepcional estado de conservación de los numerosos espeleotemas que contiene. Entre ellos se encuentran su más preciado tesoro: las estegamitas.

El conjunto de estagmitas más importante del planeta contenido en una sola cueva, en todas sus fases de evolución y con una belleza inigualable. Hay tantas que la cueva ha cambiado su nombre original (la Cueva de la Maravilla Blanca) por el actual; una cueva única en el mundo, tanto por lo excepcional de su patrimonio geológico, como por su nombre: Cueva de las Estegamitas solo hay una, y está en Málaga.

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